El embalse de El Vado se encuentra en la provincia de Guadalajara, pertenece a la cuenca del Tajo y es uno de los embalses navegables con los que cuenta la Sierra Norte de Guadalajara. En este caso El Vado solo es navegable en embarcaciones a remo, lo que le da un carácter singular, ya que no se puede realizar ninguna otra actividad náutica. Para poder disfrutar de sus aguas podemos llegar desde las localidades de Tamajón, o de Retiendas.
El Vado fue inaugurado en 1954, como podemos ver en el archivo histórico de RTVE. Una de sus singularidades es la doble presa. La situada más al Este simplemente contiene las aguas del Embalse, mientras que es la situada al Oeste la que cuenta con la torre desde la que el agua del Embalse es derivada al Canal de Isabel II, y también desde donde es devuelta el agua a la cuenca del Jarama. En la presa este podemos ver dos dragones (situados aguas abajo del embalse), que nos cuentan fueron colocados por el responsable de la obra, ya que formaban parte del escudo de armas de su familia.
El embalse es pequeño en comparación con el caudal que entra desde el Jarama y es por ello que suele vaciarse en los meses estivales para dejar paso al agua de las lluvias de otoño y primavera. Es por ello que la mejor época para surcar sus aguas es tras las primeras lluvias de otoño, pero sobre todo al final de la primavera e inicio del verano, cuando se suele encontrar en muy buen nivel, cercano a estar completo.
La construcción del Embalse inundo prácticamente en su totalidad el antiguo pueblo de El Vado, al que el embalse debe su nombre. Casualmente la única reminiscencia que queda del pueblo por encima de las aguas del Embalse es uno de sus principales atractivos, la Iglesia de El Vado. Esta Iglesia de pizarra dedicada a Nuestra Señora de La Blanca. La Iglesia que data al menos del siglo XV donde se remontan las primeras menciones, se sitúa en lo alto de las confluencias del valle del Jarama y del arroyo Vallosera que viene del pueblo de La Vereda, y desde su ubicación se tienen unas vistas privilegiadas del embalse.
El Embalse tiene varios “brazos” que pueden visitarse y que nos ofrecen algunos paisajes inigualables. Además del Ocejón de fondo, pasear por los diferentes rincones del Embalse nos hará descubrir grandes paredes de pizarra, buitres leonados en nuestro camino, pinares y bosques de ribera y con un poco de suerte algún corzo que se acerca a beber a sus orillas, o un Martín pescador que visita sus sauces.
El lugar más accesible para visitar el Embalse es el paraje conocido como El Vivero, situado en la carretera que une la presa con Tamajón, y en donde el Parque ha construido un aparcamiento en los últimos meses. Desde allí podemos bajar a la orilla en la que nos encontraremos una pequeña playa.
El Vivero fue utilizado como su propio nombre indica como vivero para repoblaciones de pino en los años de la construcción del Embalse. Posteriormente Felix Rodriguez de la Fuente situó aquí un pequeño set de rodaje que tuvo que ser desmontado después de ser usado para el rodaje de su documental del Martín Pescador, debido a su repentina muerte. Por último, fue utilizado como lugar de recreo para los habitantes de la zona y tuvo un pequeño kiosco llamado El refugio.
Actualmente en El Vivero se encuentra situada la empresa Piraguas El Vado, la cual ofrece la oportunidad de visitar el embalse en piragua, kayak o paddle surf, alquilando su material, o contratando una ruta guiada. Sin duda recomendamos realizar esta actividad, durante todo un día, ya que el Embalse ofrece diversos rincones que merecen una visita, y sobre todo, una tranquilidad, un paisaje y unos compañeros de viaje inolvidables.
